El curso escolar continúa pero llega un momento decisivo para los alumnos de 6º, el paso al instituto.
Será una nueva etapa que no sólo afectará a nuestros hijos, sino también a nosotros con un cierto grado de miedo, nerviosismo e incertidumbre por los futuros cambios que afectarán a nuestros hijos y a su nueva realidad: cambio de centro educativo, cambio de etapa educativa con más exigencias y retos, nuevos profesores, compañeros y horarios, todo ello en una nueva etapa llena de cambios físicos, psicológicos y emocionales: La Adolescencia.
Nuestros hijos están pasando por una etapa de búsqueda de su identidad, independencia y autoafirmación (para convencerse de lo que hacen está bien). Los hijos deben de encontrar su camino, que no tiene porque ser el nuestro y todo ello me produce miedo por si se equivoca, pero debe equivocarse para crecer como `persona.
Buscará cada vez el apoyo y el consuelo de sus amigos, nosotros pasaremos a segundo término, lo que me produce sentimientos de pérdida ( dejamos de ser su centro), pero es necesario y positivo para su maduración psicológica. Es importante que nuestros hijos tengan sus amigos pero que sepan que siempre pueden contar con nosotros para escucharle, para tener un punto de vista diferente al suyo y ofrecer posibilidades negociadas, que podemos acompañarle en este proceso que también es duro para ellos.
A la vez pedirán más LIBERTAD: vestir, horarios, amistades, nuevas formas de ocio…Como madre pienso(aunque me costará ponerlo en práctica), que favoreceré su autonomía y su individualidad, pero recordándole que más LIBERTAD supone más RESPONSABILIDAD, que hay que seguir normas consensuadas por la familia. Que todos los actos de una persona conllevan unas consecuencias.
Nos dan miedo sus momentos de rebelión, por el incumplimiento de las normas y límites, provocación de continuos enfrentamientos y oposición al adulto de forma reiterada. Nuestros hijos necesitarán: aprobación, reconocimiento, aceptación, nuestro amor sin condiciones (los queremos tal como son).
Es imposible garantizar nuestros hijos serán adultos maduros, responsables, capaces y que finalizarán con éxito sus estudios pero la influencia de nosotros como padres es esencial. Lo lograremos con : atención, apoyo, expectativas positivas sobre sus logros en los estudios, valorando sus avances educativos, definiendo normas, permitiendo que desarrollen habilidades como: la asertividad, la comunicación, su autoestima; dándoles confianza y dejando de sobreprotegerlos ( deben de aprender a tolerar la culpa y la frustración que producen los errores y fracasos).
Pienso que el paso al instituto debe de verse de forma positiva, es una etapa más del desarrollo madurativo y que influirá de una forma decisiva para que nuestros hijos sean personas autónomas y responsables, y que empiecen a pensar como quieren formar parte de la sociedad en la que viven.
Será una nueva etapa que no sólo afectará a nuestros hijos, sino también a nosotros con un cierto grado de miedo, nerviosismo e incertidumbre por los futuros cambios que afectarán a nuestros hijos y a su nueva realidad: cambio de centro educativo, cambio de etapa educativa con más exigencias y retos, nuevos profesores, compañeros y horarios, todo ello en una nueva etapa llena de cambios físicos, psicológicos y emocionales: La Adolescencia.
Nuestros hijos están pasando por una etapa de búsqueda de su identidad, independencia y autoafirmación (para convencerse de lo que hacen está bien). Los hijos deben de encontrar su camino, que no tiene porque ser el nuestro y todo ello me produce miedo por si se equivoca, pero debe equivocarse para crecer como `persona.
Buscará cada vez el apoyo y el consuelo de sus amigos, nosotros pasaremos a segundo término, lo que me produce sentimientos de pérdida ( dejamos de ser su centro), pero es necesario y positivo para su maduración psicológica. Es importante que nuestros hijos tengan sus amigos pero que sepan que siempre pueden contar con nosotros para escucharle, para tener un punto de vista diferente al suyo y ofrecer posibilidades negociadas, que podemos acompañarle en este proceso que también es duro para ellos.
A la vez pedirán más LIBERTAD: vestir, horarios, amistades, nuevas formas de ocio…Como madre pienso(aunque me costará ponerlo en práctica), que favoreceré su autonomía y su individualidad, pero recordándole que más LIBERTAD supone más RESPONSABILIDAD, que hay que seguir normas consensuadas por la familia. Que todos los actos de una persona conllevan unas consecuencias.
Nos dan miedo sus momentos de rebelión, por el incumplimiento de las normas y límites, provocación de continuos enfrentamientos y oposición al adulto de forma reiterada. Nuestros hijos necesitarán: aprobación, reconocimiento, aceptación, nuestro amor sin condiciones (los queremos tal como son).
Es imposible garantizar nuestros hijos serán adultos maduros, responsables, capaces y que finalizarán con éxito sus estudios pero la influencia de nosotros como padres es esencial. Lo lograremos con : atención, apoyo, expectativas positivas sobre sus logros en los estudios, valorando sus avances educativos, definiendo normas, permitiendo que desarrollen habilidades como: la asertividad, la comunicación, su autoestima; dándoles confianza y dejando de sobreprotegerlos ( deben de aprender a tolerar la culpa y la frustración que producen los errores y fracasos).
Pienso que el paso al instituto debe de verse de forma positiva, es una etapa más del desarrollo madurativo y que influirá de una forma decisiva para que nuestros hijos sean personas autónomas y responsables, y que empiecen a pensar como quieren formar parte de la sociedad en la que viven.
BELÉN